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El acceso a los recursos naturales es vital para la población rural de países en desarrollo y representa una de las claves para la realización del derecho humano a la alimentación. En el acto de apertura de la Conferencia "Políticas contra el hambre – Seguridad alimentaria y acceso a recursos naturales" el pasado lunes en Berlín, Ilse Aigner, Ministra Federal de Agricultura, subrayó: "Las personas tienen derecho a aprovechar los recursos de su país, entre los que se encuentran las tierras de labranza y de pastos, las pesquerías o el agua para uso agrícola, al igual que los bosques o los recursos fitogenéticos. Sólo si se garantiza el acceso a dichos recursos podrán las personas aumentar para sí el potencial agrícola de África."
En el marco de la Conferencia "Políticas contra el Hambre" del presente año se reúnen en Berlín alrededor de 250 representantes de gobiernos, organizaciones internacionales, las ciencias, la economía y la sociedad civil. Allí se deliberará sobre el modo de optimizar in situ para las personas el acceso a recursos en países en desarrollo y países emergentes. El año pasado se realizaron ya trabajos previos importantes. En este sentido, las negociaciones sobre las "Directrices Voluntarias para una Gobernanza Responsable en la Tenencia de la Tierra y otros Recursos Naturales" están ya a punto de concluirse en el Consejo Mundial de la Alimentación de Naciones Unidas. El Ministerio Federal de Agricultura está participando activamente en las negociaciones y apoya económicamente este proceso. "En la Conferencia ‘Políticas contra el hambre’ nos ocuparemos de la aplicación de estas directrices en sus distintos ámbitos", indicó Aigner. Así, por ejemplo, se ha de asegurar el acceso al agua de los pequeños campesinos y otros grupos desfavorecidos ya desde el momento de elaborar planes hidrológicos o de aprovechamiento del suelo.
Otro tema importante es impedir la discriminación de las mujeres en el acceso a recursos naturales. "Se han de reforzar los derechos de participación de mujeres y niñas", dijo Aigner. En muchos países emergentes y en desarrollo, las mujeres continúan sin poder influir prácticamente en los planes de aprovechamiento del suelo. A pesar de que las mujeres representan más de la mitad de los pequeños campesinos, menos del veinte por ciento de los títulos de propiedad están emitidos a nombre de mujeres, ello debido al derecho sucesorio y de familia tradicionales. Si las mujeres tuvieran igual acceso a la tierra, la educación y la tecnología, el número de personas que en el mundo pasan hambre podría reducirse de forma considerable.
Una aportación importante a la seguridad alimentaria de la población la constituye en los países en desarrollo la pesca. Sobre todo los pescadores artesanales precisan un acceso seguro y equitativo a las aguas como principal fuente de ingresos y de alimentos. Asimismo se ha de prestar mayor atención en los procesos internacionales a la importancia de los bosques para la seguridad alimentaria. La protección y el aprovechamiento han de armonizarse. Así, la protección de los bosques no debe excluir un aprovechamiento sostenible para la seguridad alimentaria. El Proceso Río+20 ha de tomar en consideración, en las estrategias de protección de los bosques, el derecho a la alimentación de la población local. La preservación de los recursos fitogenéticos juega asimismo un papel fundamental en el aseguramiento de la alimentación mundial; sobre todo si consideramos el cambio climático, se habrán de adaptar y mejorar las plantas de cultivo. Para ello, los pequeños campesinos y cultivadores precisan un acceso sencillo a recursos fitogenéticos.
La IX Conferencia "Políticas contra el Hambre", organizada por el Ministerio Federal de Alimentación, Agricultura y Protección de los Consumidores (BMELV), se celebra en Berlín del 21 al 23 de noviembre de 2011, en la sede del Ministro Federal de Relaciones Exteriores. El BMELV es desde 2001 el anfitrión de esta serie de Conferencias, dirigidas a expertos alemanes y extranjeros provenientes de la política, la sociedad civil, las ciencias y la economía agrícola y alimentaria.